Las preexistencias en el mundo de los seguros de salud son las enfermedades que tiene o ha tenido una persona antes de contratar un seguro de salud. Es decir, es un detalle de su historial médico que incluye todas las patologías, las situaciones que requieren de intervención médica y las enfermedades ya existentes antes de firmar la póliza.
También se incluyen los síntomas que puedan indicar la existencia de una enfermedad no detectada.
Además se consideran preexistencias no solo las patologías, ya que hay situaciones como los embarazos que requieren de intervención médica pese a no ser una enfermedad.
Es fundamental comunicar adecuadamente estas preexistencias antes de contratar una póliza, y en este post te contamos por qué.
¿Qué pasa si existen enfermedades preexistentes? ¿Puedo seguir contratando un seguro de salud?
Normalmente sí, aunque la aseguradora podría excluir las coberturas de la preexistencia (según el coste). Es decir, que podrías utilizar todos los servicios médicos que quisieras (según las condiciones de lo contratado, claro) excepto los relacionados con esa enfermedad.
Es común que las compañías de seguros tengan un listado de las enfermedades preexistentes que consideran excluidas. Lo mejor es que consultes con expertos que te asesoren.
En cualquier caso, siempre debes ser informado de todas las exclusiones antes de firmar la póliza para que puedas decidir si te interesa o no.
Ejemplos de preexistencias que pueden ser excluidas
Depende mucho de cada compañía, pero en general las preexistencias que suelen excluirse de las coberturas con aquellas de carácter grave o crónicas a largo plazo.
Algunos ejemplos podrían ser cáncer, esclerosis múltiple, insuficiencia renal e intervenciones quirúrgicas complejas, entre otros.
¿Qué pasa si no sabía nada de la enfermedad porque no se habían presentado síntomas?
Si se actúa de buena fe y simplemente no se tenía conocimiento de estar padeciendo una enfermedad (ya que no se habían presentado síntomas) no sería imputable.
La obligación del asegurado es declarar todas las circunstancias conocidas que puedan influir en el riesgo, pero no es posible hacerlo si se desconocen.
En caso de que suceda, lo mejor es hablar con la aseguradora para ver cómo se soluciona. En estos casos es conveniente contar con un mediador como Aon Salud que pueda intervenir por ti.
¿Cómo se comunica a la aseguradora si existen preexistencias?
Antes de firmar la póliza, las compañías de seguros solicitan que se cumplimente un cuestionario de salud.
Este documento incluye preguntas sobre el estado de salud de la persona que está interesada en tener un seguro de salud privado. Entre dichas cuestiones se incluyen tanto enfermedades pasadas como presentes, futuras operaciones previstas y hábitos generales.
Si la compañía tiene dudas en alguna de las respuestas puede solicitar un análisis médico relacionado.
Es imprescindible contestar con veracidad, ya que si a posteriori se detecta fraude en el cuestionario se pueden excluir enfermedades preexistentes e incluso anular la póliza.
Además de las preexistencias, es importante que conozcas el periodo de carencia (periodo de espera) de los tratamientos. ¿Te ayudamos?
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